viernes, 25 de febrero de 2011

"¡Ay, esta juventud!"

Es posible llegar a pensar que la juventud de hoy está viviendo una etapa de libertinaje y malos valores… pruebas sobran. Sin embargo, es incorrecto generalizar, porque no todos los seres humanos que integran la juventud son de la misma forma o comparten una misma personalidad. Esto también es aplicable para los padres, porque no todos los padres utilizan los mismo métodos para educar a sus hijos; para esto no se necesita otra cosa más que observar y conocer a las personas que nos rodean.

De cualquier forma, esa idea negativa hacia los jóvenes sigue ahí. Pero ¿en realidad son tan malos? ¿Saben hacer otra cosa aparte de “dar problemas y romper las reglas”?

La juventud de hoy es diferente:

- Mentalidad abierta

- Dominio tecnológico

- Emprendedores

- Más opciones en estilo de vida

- Juventud más informada

- Participación social

lunes, 21 de febrero de 2011

Un poco de mi experiencia..

En realidad no podría recordar el número exacto de conciertos y recitales ya que, por requisito o gusto, iniciaron junto conmigo en mis estudios musicales… pero lo que sí sé, es que en cada uno aprendí algo, puse a prueba alguna habilidad diferente, y me la pasé muy bien.

Narraré, de la forma más breve posible, una anécdota que recuerdo muy a menudo. Tenía aproximadamente dos ensayos de haberme integrado a la Orquesta Juvenil del Estado de Puebla, cuando surgió nuestro primer concierto; yo ocupaba el lugar de primera flauta. Debido al poco tiempo de ensayo y a la complejidad de las obras, dependía un poco, confieso, de las habilidades de mis otros dos compañeros en el mismo puesto.

Había un ambiente agradable, ya que todos estábamos emocionados por estrenar las piezas recién puestas; yo, por supuesto, estaba un poco nerviosa, pero contaba con la presencia de mis dos compañeros y amigos. Llegamos al lugar, en donde ya se encontraba el escenario listo, con las casi 100 sillas listas para nuestro uso, sin olvidar al sinnúmero de personas ya presentes. Nos instalamos y comenzamos a calentar. Para mi sorpresa, uno de mis compañeros flautistas no se había presentado y el otro aún no aparecía, pero confiaba en que este último llegara retrasado. Comencé a ordenar mis partituras para el concierto… no estaban completas: había un danzón, el Danzón número 2 de Arturo Márquez; era hermoso. En él, había una parte que pertenecía sólo a la flauta, y era exactamente esa parte la que no tenía, porque la presté al flautista que no había llegado. Con mayor razón, estaba ansiosa por el retraso de Miguel, mi otro amigo. Faltando diez minutos para empezar, y yo al borde de la desesperación pero intentando no demostrarlo, entra Miguel. Noté algo raro… estaba terriblemente borracho; dejó sus cosas y se fue. A los pocos minutos se acercó uno de sus amigos para recoger sus pertenencias, diciéndome que ya no regresaría ninguno de los dos.

No puedo olvidar el silencio de la Orquesta compases antes de mi entrada al solo, ni al director con la batuta indicando mi entrada. De alguna manera, sin partitura y con los nervios casi dominándome, logré sacar el solo, y mejor de lo que esperaba. La melodía iba corriendo en mi cabeza, y sin conocer las notas exactas, intenté aplicar lo mejor que pude mis conocimientos en armonía y de improvisación. Cabe mencionar, como dato curioso, que casi en todo el concierto tuve que utilizar mi lectura a primera vista, en la cual no me considero tan mala.

Al parecer, tanto el director como el público, mis propios compañeros y yo misma, quedamos satisfechos, aunque, claro, al ser tantos, varios ni siquiera se percataron de lo que había pasado. Ésta es una de las tantas experiencias que he vivido durante recitales como acompañante, solista, integrante de ensamble, etc.

viernes, 18 de febrero de 2011

Perfil

“Vivo por ella sin saber

Si la encontré o me ha encontrado

Ya no recuerdo cómo fue

Pero al final me ha conquistado

Vivo por ella que me da

Toda mi fuerza de verdad

Vivo por ella y no me pesa

Vivo por ella yo también

No te me pongas tan celoso

Ella entre todas es la más

Dulce y caliente como un beso

Ella a mi lado siempre está

Para apagar mi soledad

Más que por mí por ella

Yo vivo también

Es la musa que te invita

A tocarla suavecita

En mi piano a veces triste

La muerte no existe

Si ella está aquí

Vivo por ella que me da

Todo el afecto que le sale

A veces pega de verdad

Pero es un puño que no duele

Vivo por ella que me da

Fuerza, valor y realidad

Para sentirme un poco vivo

Cómo duele cuando falta

Como brilla fuerte y alta

Vivo por ella en propia piel

Si ella canta en mi garganta

Mis penas más negras espanto

Vivo por ella y nadie más

Puede vivir dentro de mí

Ella me da la vida, la vida

Si está junto a mí

Si está junto a mí

Desde un palco o contra un muro

Vivo por ella al límite

En el trance más oscuro

Vivo por ella íntegra

Cada día una conquista

La protagonista es ella también

Vivo por ella porque va

Dándome siempre la salida

Porque la música es así

Fiel y sincera de por vida

Vivo por ella que me da

Noches de amor y libertad

Si hubiese otra vida, la vivo

Por ella también

Ella se llama música

Yo vivo también

Vivo por ella créeme

Por ella también “

Ésa soy yo, intentando dedicar una parte importante de mí a este arte y esta forma de vida tan hermosa como es la música. Sin ella, yo estaría vacía.

¡Ah, por cierto! También soy estudiante de derecho porque, aunque la música, junto con otras cosas, llenan gran parte de mí, las leyes también me apasionan.